Estamos en una era digital donde el acceso masivo a la información y a la red es innegable,  una de las consecuencias del Covid-19 ha sido el crecimiento acelerado del e-commerce en Chile y el resto del mundo. Las tiendas online en nuestro país, desde antes de la pandemia, ya habían revolucionado la manera en que se percibían las compras por internet. De pensar que era un método inseguro se ha convertido en algo habitual.

Después, que vieron la capacidad de adaptación de las personas, las empresas de bienes y servicios dieron vuelta la página para encontrarse con el comercio en línea. Una forma de compra que resultó ser bastante cómoda, que permitía un ahorro de tiempo y, en ocasiones, de dinero. Además, la restricción de horarios no aplica en este modelo de ventas, siendo 24 horas los 365 días del año. De hecho, es muy probable que, aunque termine la crisis por la pandemia, las compras en línea mantengan su ritmo de crecimiento. Esto se debe a que las personas descubrieron la comodidad de ordenar y recibir sus productos en casa de manera segura. 

El e-commerce ha permitido que muchas empresas impulsen sus ventas, así lo revela un reciente estudio realizado por la empresa WOM (telefonía), que observa que los emprendedores conocen la relevancia de las plataformas digitales y lo ven como una oportunidad para seguir aumentado sus ventas. Un 86% de los encuestados considera necesaria la digitalización de sus negocios.

Más allá del crecimiento exponencial que ha tenido el e-commerce, su éxito se basa en la planificación estratégica que contempla el desarrollo web y el diseño de la página, sin dejar a un lado el alojamiento de la web y la contratación adecuada del hosting. Empresas expertas como TCIT se encargan de todos estos procesos y la puesta en funcionamiento del comercio electrónico, además de la completa capacitación del cliente para la gestión y el uso de la plataforma.

Tomás Charad, CEO de TCIT, considera que los negocios online se han posicionado como una clara solución y gran oportunidad para todo tipo de negocio, en especial para las pymes. Donde actualmente las empresas tienen el desafío de responder a las necesidades de sus clientes, habilitando distintos canales remotos, incorporando plataformas tecnológicas y entregando servicios pensados en sus clientes. Los usuarios cada vez son más exigentes cuando realizan transacciones digitales, esperan mayor seguridad, velocidad y mejor usabilidad.

“Lo primero que se debe hacer es definir el producto y un estudio de mercado, ahí se segmenta el público objetivo y la viabilidad del negocio. Lo siguiente es crear el comercio electrónico y definir la estrategia. Es importante precisar los métodos de pago, contemplando la posibilidad de vender de manera internacional, así como la integración de alianzas con empresas de envío, cuando son productos físicos. Por último, y muy importante, se planea el desarrollo y el diseño de la web, donde se dispondrá todo el contenido necesario y el catálogo con la oferta del producto o servicio”, precisa Tomás Charad.

La experiencia en el desarrollo de las tiendas en línea por parte de TCIT destaca además en los diseños del sitio web, que se adaptan perfectamente a la estrategia e-commerce del cliente con una estética definida en la marca y el producto. Remarcan que la gran diferencia entre una tienda física y una tienda online para el cliente es no poder ver y tocar el producto físico. Por lo tanto, el diseño web juega un papel fundamental para crear una experiencia que transmita el valor del producto o servicio.

De acuerdo con la Cámara de Comercio de Santiago, en su estudio Tendencias del e-commerce en Chile, las ventajas del comercio electrónico permitieron que la valoración del mercado online aumentará de 6.079 millones de dólares en 2019 a 9.423 millones de dólares en 2020; predominando la preferencia por las tiendas online de las pymes por parte de los compradores digitales.

Los beneficios del comercio electrónico son múltiples, permite ofrecer productos y servicios a personas en cualquier parte del mundo. Millones de usuarios a diario buscan información en la web y un gran porcentaje de ellos ya compra de manera online; los usuarios tienen acceso a cualquier tipo de información sobre productos, características, disponibilidad y precios. Si antes todo tipo de publicidad debía ser impresa para lograr una buena difusión, hoy, al estar online, se pueden crear verdaderas campañas en formato digital y ser difundidas por la web.

“Internet da la posibilidad de recibir comentarios, solicitudes, reclamos o felicitaciones por parte de los clientes, esto es un aporte que ayuda a percibir las nuevas exigencias e intereses que van surgiendo en el mercado, el cual cambia de manera constante. A través del comportamiento que tiene el comprador on-line, se logra comprender los intereses de la gente y sus hábitos de compra, por ejemplo; se puede saber cuáles son los horarios donde la gente más realiza transacciones”, detalla Tomás.

El diseño web y la plataforma utilizada en TCIT se basan en la experiencia del cliente con desarrollos de eficacia y rapidez; mejorando continuamente el sitio web para obtener los mejores resultados. Se adapta perfectamente a la estrategia del e-commerce, creando experiencias satisfactorias de compras para los actuales y potenciales clientes.

Cada vez más negocios invierten en las tiendas en línea para su crecimiento y poder mejorar la calidad de sus servicios, respondiendo a los deseos de sus clientes. El valor y volumen del e-commerce crece cada año, así como internautas interesados en realizar más y más compras online, siempre y cuando se haga más rápido y fácil.

Si has tomado la decisión de realizar un e-commerce, no es necesario tener conocimientos de todas las áreas, si se contratan servicios profesionales como TCIT, se podrá recibir asesoría durante toda su creación y puesta en marcha del comercio electrónico.

¡Súmate a la revolución digital TCIT!